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- Un trozo de jengibre fresco (15gr aprox.)
- 1/2 litro de agua (unos 3 o 4 vasos)
- 3 cdas soperas de miel
- El jugo de 1 limón
- 1/2 naranja
- Pelamos el jengibre y lo cortamos en trozos no muy gruesos.
- Colocamos el jengibre con el agua en el fuego y dejamos que hierva.
- Bajamos el fuego, agregamos la miel, la media naranja (con cascara), el jugo del limón y lo dejamos un rato largo, unos 20min, para que quede bien concentrado.
- Pasado este tiempo, se van a dar cuenta que queda bastante concentrado (color amarillo).
- Se deja enfriar y luego se diluye en agua (1 parte de la infusión en 3 de agua). Se puede diluir tanto en agua con o sin gas, yo lo hago sin gas.
El jengibre es una de las tantas plantas conocidas por sus efectos medicinales y curativos. El jengibre contiene aceite esencial (al menos un 1,3%). El jengibre constituye una excelente opción para estimular el apetito y activar los procesos digestivos.
También se utiliza para combatir los dolores de estómago e incluso para tratar las úlceras gástricas. El jengibre es un analgésico por excelencia y ayuda a reducir el colesteroly las materias grasas estimulando la secreción de bilis.
Por otra parte, por sus propiedades digestivas, es eficaz para los tratamientos de la indigestión, los gases, la hinchazón y todos los síntomas generales asociados al síndrome del colon irritable. También ayuda a mejorar el flujo sanguíneo gracias a su efecto termogénico.
De esta manera aumenta la temperatura del cuerpo y provoca la dilatación de los vasos. Al ser un antiemético, es recomendado para las embarazadas, para reducir las náuseas, entre otros malestares que pueden acarrear las embarazadas.