- Vitaminas: Caroteno, B1-Tiamina, B2-Riboflavina, B3-Niacina, B6-Piridoxina, B12-Cianocobalamina, C-Ácido ascórbico, Vitamina E- Tocoferol, Colina y Ácido fólico.
- Minerales: Calcio, Fósforo, Potasio, Hierro, Magnesio, Manganeso, Zinc, Cobre, Cromo.
- Enzimas: Lipasa, Catalasa, Bradikinasa, Celulasa, Proteolitiasa, Amilasa, Oxidasa, Catalasa.
- Antraquinonas: Aloína, Emodina, Aceite etéreo, Barbaloina, isobarbaloina, Antracol, Antraceno, —
- Ácidos: Ácido aloético, Ácido cinámico, Ácido crisofánico.
- Otros: Lignina, Saponinas, Monosacáridos, Polisacáridos, Aminoácidos esenciales y secundarios.
- Germanio orgánico: entre otros elementos coadyudantes (hierro, magnesio, zinc, azufre, manganeso).
- Polimannactos: Carbohidratos de cadena larga y con ramificaciones) con actividad bactericida.
- Nutrientes de gran calidad: Aminoacidos, proteínas de alto valor biológico, sales minerales, ácidos mono y poliinsaturados.
- Enzimas vegetales: apoyan la acción regeneradora de las enzimas propias del organismo, potenciados por el resto de los agentes nutritivos y equilibrados del Aloe Vera (en aplicaciones externas).
- Agua: fundamental como medio para todas las reacciones que implican a estos principios activos.
- Aloína: que facilita la penetración de los demás elementos, gracias a su capacidad astringente, permitiendo que actúen en profundidad, para hacer su efecto más beneficioso.
- 2 Pencas (hojas) de Aloe Vera
- Agua destilada (cantidad suficiente para cubrir las pencas que se pondrán a remojo)
- 1 cucharadita de Ácido ascórbico (vitamina C)
- Elije las pencas (hojas) más bajas de la planta para no dificultar el buen crecimiento de la planta. Un par de hojas grandes o tres pequeñas.
- Corta las puntas de esas pencas-hojas así como las puas-espinas de los laterales.
- Ponlas en agua durante 24 horas (preferiblemente agua destilada). En ese tiempo cambia el agua al menos dos veces. En el agua se quedará la resina tóxica. Ese agua se tira después de haber pasado el tiempo de remojo recomendado.
- Después del remojo en el que se ha eliminado la resina, procede a pelar sólo un lateral de cada hoja. Si son hojas largas te será más fácil si antes las cortas en cachos más pequeños.
- Con una cuchara de madera o similar saca todo el gel (la pulpa) que puedas raspando.
- Vierte todo ese gel obtenido en una batidora junto con el ácido ascórbico-vitamina C (actuará de conservante del aloe además de ser un extra añadido con muchos beneficios para la piel). Una cucharadita pequeña de ácido ascórbico será suficiente.
- Añade otros ingredientes como por ejemplo Aceite de germen de trigo que es un potente antioxidante. Pon una cucharadita (opcional).
- Bátelo todo y vierte el contenido en un bote de cristal con tapa que hayas esterilizado antes (mediante hervido durante 40 minutos).
- Y ya tienes tu gel de aloe vera puro y enriquecido. Guárdalo en la nevera, se conserva perfecto durante meses y te vale tanto para usar directamente como para añadir a las cremas que realices.
El conservante (ácido ascórbico-vitamina C) y el antioxidante (en este caso el aceite de germen de trigo) además de proporcionar grandes beneficios a tu piel, mantendrá el gel en óptimas condiciones. Si no los pones, el gel se corromperá en poco tiempo y recuerda que al corromperse suelta una encima tóxica que irrita la piel.