Las personas que padecen fibromialgia suelen sufrir otras patologías como el síndrome de fatiga crónica, la sensibilidad química múltiple, el desorden temporomandibular, el síndrome de piernas inquietas, el síndrome del colon irritable, intolerancias alimentarias, sensibilidad al gluten, síndrome metabólico, sobrepeso u obesidad, etc. Muchas de ellas están relacionadas directamente con la alimentación y pueden mejorarse mediante intervenciones dietéticas.
En las personas con fibromialgia se dan además una serie de factores que acentúan aún más la necesidad de cuidar la alimentación. La existencia de patologías relacionadas con la dieta (hipercolesterolemia, diabetes, sobrepeso u obesidad, etc), alteraciones gastrointestinales, intolerancias alimentarias, desequilibrios nutricionales, nivel elevado de estrés oxidativo y de inflamación crónica, falta de actividad física, mala calidad del sueño, uso de medicación y de suplementos nutricionales, etc. Todos estos factores afectan al metabolismo y muchos de ellos favorecen el exceso de peso. Por ello cuidando la alimentación todos estos factores mejoran redundando así en una mejora en el estado nutricional, en la salud y en la calidad de vida del paciente. Comemos cada día y varias veces al día, de manera que si lo hacemos lo más correctamente posible es una potente herramienta para el manejo de esta patología.
En la fibromialgia, el tratamiento más eficaz es aquel multicidisciplinar que contempla, además de los fármacos, la actividad física adaptada, la educación al paciente sobre la enfermedad, las técnicas de relajación, y la terapia cognitivo-conductual. El asesoramiento nutricional no es todavía una herramienta que se utilice de forma generalizada y no existen recomendaciones específicas, sólidas y consensuadas sobre la alimentación en la fibromialgia. Sin embargo, algunos pacientes sí buscan en determinadas dietas o productos la solución a sus síntomas, muchas veces sin tener la garantía de un beneficio real y duradero. Los estudios realizados hasta el momento aportan muchos datos sobre cómo con la alimentación se puede aumentar la ingesta de nutrientes, especialmente aquellos antioxidantes y antiinflamatorios y como consecuencia optimizar el estado de salud y la calidad de vida.
http://www.institutestres.com/taller-sobre-alimentacion-y-dolor-cronico--n-18-es.html
Tomado de http://encavi.blogspot.com.ar/2015/10/nutricion-y-dolor-cronico-que-papel.html
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