Una paciente de fibromialgia lo describió de esta manera:
Toda mi piel es sumamente sensible al tacto. Mi camisa roza contra mi brazo y se siente como si alguien me apretara un hematoma.
Empezó en mis brazos, luego los hombros, el pecho y el estómago. Cuando me doblo, me duele la piel que se pliega contra sí misma.
Muchas veces aparecen marcas inexplicables en los brazos, las piernas, las caderas y diversas partes del cuerpo.Y no recordamos habernos golpeado.
Los moretones y la piel sensible
Se estima que entre el 70% y el 80% de las personas con fibromialgia sufren de problemas en la piel asociados con su enfermedad.
Estos problemas hacen que los síntomas de fibromialgia sean aún peores, es desagradable, además del dolor y de causar que algunos enfermos de fibromialgia nos alejemos de las actividades sociales.
Es más fácil quedarse en casa que hacer frente a la incomodidad de tratar de explicar porqué parece que nos hubieran golpeado.
Dos problemas comunes de la piel son:
Dolor de la piel:
Se conoce como «alodinia» al dolor en la piel debido a estímulos que normalmente no son dolorosos. Puede causar numerosos problemas, desde enrojecimiento e hinchazón a magulladuras y cicatrices.
La alodinia se atribuye a la sensibilización del organismo, que puede producirse como una reacción normal a la estimulación intensa y también por un proceso más duradero relacionado con el sistema nervioso central.
Erupciones:
Una erupción a menudo se desarrolla en el cuerpo como resultado de la piel seca y la picazón. Estas erupciones en la piel aparecen como protuberancias, y con frecuencia pueden ser escamosa al tacto.
Para los que sufren de fibromialgia, el dolor es diario, así que a veces un golpe en la pierna, un dedo del pie, o pellizco de un dedo podría ser pasado por alto.
En una persona sana el dolor es un alerta de que algo está mal, o de que algo que necesita atención. Si el dolor es parte de la vida diaria, algunos accidentes pueden incluso no ser notados hasta que aparezca de repente un hematoma «inexplicable».